Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que el Real Madrid afrontó una temporada sin tanta incógnita. La temporada 2023/24 se le presenta al club español como un verdadero desafío, no únicamente por la calidad de los rivales, sino por la complejidad de afrontar las diferentes competiciones sin varios soportes importantes de la plantilla.
La lesión de Thibaut Courtois desencadenó la preocupación en su máxima expresión en los seguidores merengues. Que tu mejor o segundo mejor jugador (según el criterio de cada uno) se lesione por un prolongado periodo de tiempo y que el sustituto temporal (Andriy Lunin) sea un portero que no cuenta con suficiente regularidad, inquietó al Real Madrid. Ahora, la contratación de Kepa Arrizabalaga no ha convencido a muchos de los seguidores madrileños, sobre todo porque está lejos del nivel y regularidad que ha proporcionado Courtois; pero se argumenta que era de las mejores opciones que había en el mercado.
Pero no es la única baja en defensa. Éder Militão (al igual que su compañero) sufrió una rotura en el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda que lo ausentará de las canchas por un extendido periodo de tiempo. En esta posición también hay cierto limite puesto que pese a la presencia de Antonio Rüdiger y David Alaba en el centro de la defensa (y el respaldo de un todoterreno como lo es Nacho), no hay otro defensor central. El no haber contratado por lo menos otro futbolista que se desempeñe en esta posición, es una apuesta porque Rüdiger y Alaba son dos jugadores con un historial de lesiones a considerar; y en dado caso de un infortunio, entraría Nacho pero ahí si no habría otro respaldo y Carlo Ancelotti se vería obligado a reconvertir a un jugador de otra posición a defensa central.
Pero en la zona ofensiva también hay intranquilidad. Si había un jugador diferencial era Vinicius Junior. El desequilibrante, el que tomaba la iniciativa y generaba (gran mayoría de veces) las mejores ocasiones de gol. Ahora, estará ausente por lo menos hasta octubre debido a la rotura muscular en el bíceps femoral derecho. La responsabilidad recae ahora en Rodrygo y Joselu, quienes siendo puramente jugadores ofensivos, tendrán la oportunidad de demostrar su máximo. Pero hasta ahora quien ha tomado las riendas del gol ha sido Jude Bellingham. Se suponía que el inglés acompañaría y daría un apoyo a Vinicius en la consecución de las anotaciones, pero debido a la baja del brasileño, se ha presenciado con detenimiento su faceta ofensiva.
Pero no deja de preocuparles a los seguidores del Real Madrid que no hay otro jugador (además de Bellingham) que esté al rojo vivo con el gol. Rodrygo no es un jugador cuya característica sea la faceta goleadora, de hecho, es más visto como el jugador de los goles importantes, no son muchos sus goles, pero son esenciales. Se hablaba de Kylian Mbappé o la llegada de un centro delantero para contribuir al juego ofensivo; pero ni lo uno ni lo otro. Ahora, la presión de anotar recae en un mediocampista y no en un delantero (lo que inquieta a la afición merengue) y esperan con ansias el retorno de Vinicius para, por lo menos, tener la certeza de tener a un jugador con más de 15-18 goles en la temporada.
Solo queda esperar como configura Carlo Ancelotti la plantilla para equilibrar tan trascendentes ausencias en una temporada en la que el Real Madrid buscará nuevamente demostrar su poderío y no dejar pasar otra temporada sin la consecución de un título.