En medio de la controversia desatada por las declaraciones del ministro del Interior, Gérarld Darmanin, la senadora conservadora francesa Valérie Boyer insta a considerar sanciones contra Karim Benzema, incluida la retirada de su nacionalidad, si se confirman sus vínculos con los Hermanos Musulmanes.
Boyer argumenta que, de corroborarse las afirmaciones ministeriales, sanciones simbólicas, como la retirada del Balón de Oro, deberían preceder a medidas más drásticas, como la pérdida de la nacionalidad francesa. Destaca la doble nacionalidad de Benzema y subraya que no se puede tolerar que un deportista binacional deshonre al país.
Las acusaciones de Darmanin se centran en supuestos lazos de Benzema con los Hermanos Musulmanes, pero carecen de pruebas concretas. El ministro sugiere una influencia negativa del futbolista sobre la juventud y aboga por responsabilidad en personalidades públicas.
El Ministerio del Interior justifica estas acusaciones señalando comportamientos del jugador que, según ellos, indican una inclinación hacia un islamismo riguroso. Citan episodios como la negativa de Benzema a cantar el himno nacional o su apoyo en redes sociales a causas islámicas controvertidas.
El comunicado destaca también el respaldo de Benzema al luchador ruso Khabib Nurmagomedov y su mensaje en solidaridad con el pueblo palestino, que generó polémica. Otros futbolistas franceses, como Nabil Fekir, también expresaron apoyo a Palestina sin condenar los ataques de Hamás.
Este escándalo emerge en un contexto de tensiones internacionales y refuerzo de la seguridad en Francia tras el reciente atentado islamista en Bruselas. La situación de Benzema, exjugador del Real Madrid, se agrava al jugar actualmente en el Al-Ittihad saudí.