Al adoptar buenos hábitos alimenticios, garantizamos un desarrollo óptimo en niños y adultos, y prevenimos trastornos relacionados con la alimentación.

Alimentarse bien no solo se trata de consumir alimentos, sino de hacerlo de manera consciente, equilibrada y variada.

Diversos estudios resaltan la importancia de consumir una variedad de alimentos como cereales, frutas, verduras, lácteos, carnes, y leguminosas. Estos no solo nos brindan energía para nuestras actividades diarias, sino también una rica fuente de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales.

Recomendaciones clave para una nutrición adecuada son:

• Consumir una variedad diaria de alimentos.
• Optar por fuentes de energía saludables como cereales y tubérculos.
• Incorporar frutas y verduras de diversos colores.
• Elegir proteínas saludables y grasas beneficiosas.
• Reducir el consumo de alimentos procesados, bebidas azucaradas, comida de paquetes.
• Y, por supuesto, mantenerse bien hidratado, recuerda tomar de seis a ocho vasos de agua por día para un óptimo funcionamiento de nuestro organismo

Y un mensaje especial para padres, profesores y acudientes: La nutrición adecuada es la primera línea de defensa contra enfermedades. Motiven a los niños a consumir alimentos frescos y variados. Los hábitos que se establecen desde temprana edad perdurarán a lo largo de sus vidas. Ya sea evitando el exceso de horas frente a la pantalla, incentivando comidas en familia o explorando nuevos sabores, texturas y colores en su dieta, se están sembrando las semillas para una vida saludable y plena.

Y no olvidemos la higiene oral. Una buena alimentación también se refleja en nuestra salud dental. Cepillarnos y usar hilo dental diariamente nos ayuda a mantener una boca sana, que es la puerta de entrada de nuestros alimentos.