Complicada está la situación en el club bávaro. Eran 10 temporadas consecutivas ganando la Bundesliga. Ahora, están en 2° lugar a 7 puntos (con un partido más) de la revelación de la temporada, el Bayer Leverkusen.
Como suele suceder, el principal señalado es el entrenador del equipo. En este caso es Tomas Tuchel. El ex del Chelsea, Paris Saint-Germain y Borussia Dortmund llegó a un acuerdo con el Bayern para separar sus caminos una vez culmine la temporada viendo que no hay química entre él (incluyendo su cuerpo técnico) y la plantilla profesional.
Pero también hay que aclarar que los jugadores también tienen incidencia en este revés que sufre el gigante alemán. De acuerdo a estadísticas avanzadas, si los jugadores ofensivos (mayormente) hubieran marcado los goles que se esperaban a principio de temporada, estarían en 1° puesto de la Bundesliga con 11 puntos de ventaja sobre el Leverkusen.
Adicionalmente la defensa no ha estado tan acertada en comparación a las campañas anteriores. Jugadores como Dayot Upamecano, por ejemplo, han cometido varios errores que han culminado en goles.
La directiva bávara cree que Tuchel no ha estado a la altura de manejar un gigante europeo como lo es el Bayer, pero también se debe de tener en cuenta que, a nivel general, los entrenadores no tienen la culpa de que sus jugadores se equivoquen frecuentemente dentro del campo.
Eso sí, siendo abogado de los futbolistas, se debe tener en consideración que, si el entrenador no les transmite energía, alternativas a los obstáculos, química y/o empatía, es muy complicado que dentro del terreno de juego exista una sinergia que se traduzca en goles a favor y por consiguiente en victorias.