La hinchada cardenal se ilusiona con la décima estrella de su historia. Pablo Peirano y sus dirigidos se encargaron de devolverle la alegría al León, que quiere cazar al leopardo en la final. Tras varios años con más sombras que luces, Santa Fe volvió a meterse en una final y lo hizo jugando bien, alegrando a su hinchada y siendo contundente. Buena parte del crédito le corresponde al entrenador Pablo Peirano, quien con un proyecto serio le devolvió la ilusión a los aficionados cardenales. Aquí están las cinco claves del buen momento del equipo bogotano que busca consagrarse campeón de la Liga BetPlay:
1. La línea de tres de Peirano: La defensa de Santa Fe ha sido, junto a la del Bucaramanga, la más sólida del semestre. Ambos equipos recibieron apenas 13 goles en lo que va del torneo. Peirano consolidó una línea de tres que con el paso de las jornadas se vio cada vez más impenetrable. Un dato que habla bien del momento que atraviesa la zaga central es que en los cuadrangulares recibieron apenas un gol en seis partidos disputados. David Ramírez Pisciotti, Marcelo Ortiz y Facundo Agüero hacen que el hincha cardenal se sienta seguro. Por desgracia para ellos, Agüero sufrió una lesión en el último partido y es duda para la final.
2. Los líderes del vestuario: Las voces de la experiencia se han hecho sentir y con el ejemplo han mostrado que Santa Fe tiene con qué para lograr la décima estrella. El protagonista de ese equipo es Hugo Rodallega, quien a sus 38 años demostró que envejece como el vino y tiene la oportunidad de convertirse en el máximo artillero del semestre en caso de marcar ante los búcaros. También con extenso rodaje están Daniel Torres y Andrés Mosquera Marmolejo. El primero ha sido el motor del club bogotano este semestre y está donde la pelota lo necesita, el segundo ha aparecido en momentos claves y es el portero con más vallas invictas del campeonato. Sin duda todos ellos impiden que Rafael Dudamel, técnico de los leopardos, duerma tranquilo.
3. El león se hace más fuerte en casa: Santa Fe se ha hecho fuerte en la altura de Bogotá. De los 50 puntos que logró entre cuadrangulares y Todos contra Todos, consiguió 32 en El Campín. Básicamente casi dos terceras partes de las unidades que depositaron al león en la final fueron cosechadas en condición de local. El único lunar de esa estadística es que el cuadro albirrojo se llevó una sola derrota en condición de local este semestre. Y para rematar fue contra Bucaramanga, su rival en la pelea por el título. Peirano ya sufrió una vez con los auriverdes, ¿será que aprendió la lección?
4. La idea es clara: Santa Fe juega con un 3-5-2 cuando ataca, con dos hombres por las bandas que son Francisco Chaverra -de virtud más ofensiva-, por la izquierda, y Elvis Perlaza, derecha. Ellos le dan amplitud y velocidad al equipo. También sirven como complemento a la línea de tres centrales de la que ya se habló más arriba. En la mitad, junto a Daniel Torres, el organizador del equipo, hay hombres que apoyan con mucho oficio en la marca. Peirano suele rotar entre Jhojan Torres, Juan Pablo Zuluaga y Yílmar Velásquez. El uruguayo tiene una nómina amplia y le ha sacado provecho. Su equipo se ha mostrado como un dominador de la mitad de la cancha. Adelante suelen ir Rodallega y un acompañante. A lo largo de los cuadrangulares el otro delantero fue Jersson González, que también puede actuar como extremo. En las últimas jornadas el lugar entre los titulares del frente fue para el uruguayo Agustín Rodríguez, que respondió con goles. Ninguno de los “actores secundarios” han opacado al goleador del equipo, es más, lo complementan.
5. El apoyo de la hinchada: Es difícil precisar el tipo de influencia que tienen los hinchas en los resultados deportivos, pero son una forma de ver cuándo las cosas funcionan bien. Tras varios semestres en los que en las tribunas se vivió tensión y Eduardo Méndez era objeto de insultos y pedidos de renuncia, la fiesta albirroja regresó. La reconciliación del equipo con la hinchada —a gusto con lo que ve al pagar la boleta— es notable respecto a campañas anteriores. El homenaje a Gerardo Pelusso de hace un par de meses, los jugadores celebrando con cánticos albirrojos y la buena asistencia a lo largo del semestre dan fe de un buen ambiente. Cuando todos los involucrados reman en la misma dirección, es más fácil cumplir los objetivos.
El único obstáculo de Santa Fe es Atlético Bucaramanga. La ida del duelo decisivo será el próximo sábado 8 de junio en la Ciudad Bonita, mientras que la vuelta será el 15 del mismo mes, en El Campín.