María Vicente, heptatleta española, sufrió una decepción en los Mundiales de Budapest al quedar excluida de la final de triple salto por un ajustado margen. A pesar de igualar la marca de 14.13 metros de las saltadoras estadounidenses Jasmine Moore y Tori Franklin, María quedó fuera debido a la regla del segundo mejor salto en caso de empate. Aunque los jueces podrían haber permitido a trece atletas en la final, la decisión fue desfavorable para María.
El desempeño de María comenzó con dificultades, realizando saltos de 13.72 (0.1) y 13.57 (0.1). Su tercer y último intento la llevó a alcanzar los 14.13 (0.1), generando así el empate. Sin embargo, como Moore tenía un segundo mejor salto de 14.01 (-0.5) y Franklin, medallista de bronce olímpica, logró 14.00 (-0.2), María resultó perjudicada en el desempate.
Es relevante mencionar que María Vicente había quedado cerca de clasificar para la final de salto largo en estos campeonatos, al conseguir un salto de 6.59 metros, quedando a solo dos centímetros de la clasificación.
En las eliminatorias de los 3,000 metros obstáculos, tres atletas españolas —Marta Serrano, Carolina Robles e Irene Sánchez-Escribano— representaron al país. Marta Serrano, medallista de bronce en el Campeonato Europeo sub-23, finalizó en el noveno lugar con un tiempo de 9:31.82. Carolina Robles también enfrentó una competencia reñida, logrando el octavo lugar con un tiempo de 9:34.41. Irene Sánchez-Escribano mostró valentía al mantenerse con las líderes desde el inicio, pero agotó su energía en la última vuelta, finalizando en el noveno puesto con 9:31.82.
Por otro lado, Laura Redondo, lanzadora de martillo española, luchó por alcanzar las marcas necesarias para acceder a la final. Su mejor lanzamiento de 66.82 metros la ubicó en el decimoquinto lugar en su grupo de clasificación, asegurando su exclusión de la ronda final.