Dominador. Así fue Llaneros en su visita a la capital. Una remontada donde se plasmaron una de las más conocidas frases en el mundo del fútbol: “Insiste, persiste y no desiste”.
Bogotá inició con toda. Mostrando un juego ofensivo ordenado que les dio una alegría tempranera. Gol de José Cundumí al 3’. ¿Se avecinaba una goleada por parte de los locales? Pues no.
Llaneros revirtió la situación inmediatamente, no mediante un gol, sino por medio de una ‘avalancha’ de llegadas al área rival. No los dejaban pasar del medio campo. En el instante en que Bogotá recuperaba el balón, el conjunto visitante presionaba para ocasionar errores o recuperarlo ellos mismos.
Eso sí, hubo un instante en el equipo visitante donde Cristian Valencia (defensa) le reclamó a Bryan Urueña (mediocampista), una mejor toma de decisiones. Este último no se dejó ‘regañar’ de su compañero y duraron un corto tiempo entre alegatos.
Pero no fue el único hecho de este estilo. Cuando se detenía el partido por una falta grave o cuando el balón salía del campo, jugadores de ambos equipos alegaban entre ellos para corregir jugadas o llamar la atención. Parecía casi que una plaza de mercado.
Pero no eran los únicos. En las tribunas se ubicaron directivos de Llaneros y uno de ellos gritaba, regañaba y alentaba con mucha vehemencia a sus ‘muchachos’. La verdad que gritaba muy fuerte.
Pasaban los minutos y Llaneros desperdiciaba ocasiones ofensivas, hasta que llegó el gol. Pase largo de Bryan Urueña que controló muy bien Duván Mosquera por la banda y quien procedió a centrarla al área de Bogotá para que finalmente Agustín Verdugo anotara el 1-1 al 36’ mandándola al ángulo del ‘pórtico’ custodiado por Walberto Agamez. Agustín ya había intentado dos tiros de media distancia, pero apenas rozaron el travesaño.
A los pocos minutos se formó una pequeña trifulca antes de un tiro libre a favor de Llaneros. Unos alegaban que se había cometido falta a un jugador de ‘Los Nuevos Centauros’, otros lo negaban, palabras más, palabras menos. Finalmente se calmaron.
Llaneros estaba tan entregado a revertir completamente el resultado, que no más al iniciar el 2° tiempo tuvieron otra opción manifiesta de gol. En otra oportunidad, Geovan Montes, de Llaneros, aprovechó su presencia en el área del portero Walberto Agamez para tratar de anotarle de ‘sombrerito’, pero al caer el balón, pegó en el travesaño.
Los visitantes continuaban dominando la posesión. Llegaban y llegaba al área de Bogotá, además no los dejaban acercarse a su portería. La presión de Llaneros era intensa y efectiva. Un mano a mano de Roberto Ordoñez fue atajado por Agamez.
Bogotá tuvo una efímera ilusión al anotar en el 61, pero fue anulado por fuera de lugar. “Tu no los haces, yo sí”, dijeron los jugadores del conjunto visitante y al 68’ lograron la remontada.
Una gran jugada colectiva permitió que, apenas superada la línea que marcaba el área de Bogotá, Néider Ospina replicara el gol de Agustín Verdugo al poner el balón justo en el ángulo de la portería rival. Un verdadero golazo.
Pero ‘Los Nuevos Centauros’ no quitaron el pie del acelerador y mantenían azotados a sus rivales capitalinos. En una de la spocas oportunidades para Bogotá, un contrataque culminó en el balón rozando el palo de la portería custodiada por Kevin Armesto.
1-2 a favor de Llaneros que fácilmente pudo haberlo ganado por goleada.