Boca Juniors culminó su participación en el Mundial de Clubes con una temprana e inesperada eliminación, tras empatar 1-1 ante Auckland City en la última jornada de la fase de grupos. El conjunto dirigido por Miguel Ángel Russo no logró cumplir con los requerimientos mínimos para avanzar y finalizó en la tercera posición con tan solo dos puntos.
El club argentino afrontaba el compromiso con la obligación de ganar por una diferencia amplia y esperar una victoria de Bayern Múnich frente a Benfica para aspirar a la clasificación. No obstante, ninguna de estas condiciones se concretó y el cuadro ‘xeneize’ se despidió del certamen sin triunfos.
Boca se adelantó en el marcador gracias a un autogol de Nathan Kyle Garrow en el minuto 26, lo que generó ilusión momentánea en su afición. Sin embargo, en la segunda mitad, Christian Thomas Gray anotó el primer tanto de Auckland en el torneo, decretando el empate definitivo. Cabe destacar que el club neozelandés llegaba como el equipo con peor rendimiento del grupo y sin goles a favor.
El encuentro fue interrumpido momentáneamente por una tormenta eléctrica. Tras la reanudación, Boca logró marcar, pero la acción fue invalidada por fuera de juego, decisión confirmada por el VAR. A pesar de haber generado varias opciones en el tramo final, el equipo argentino no consiguió concretarlas.
Con este resultado, Boca Juniors se despide del Mundial de Clubes con una campaña sin victorias, producto de dos empates (ante Benfica y Auckland City) y una derrota frente a Bayern Múnich. Un desenlace que representa una fuerte decepción para el club y sus seguidores, al no cumplir con las expectativas en una competencia de alta exigencia internacional.
